miércoles, 17 de marzo de 2010

¿Quieren que les diga que pasaba verdad? Bueno, el centro del asunto, el aspecto más repulsivo de mi maldad, era que cuando estaba en mi peor humor hepático, tenía conciencia de que en verdad no era tan perverso ni tan colérico, y que no hacia más que pasar el rato, por decirlo así, para distraerme. Puede que estuviera echando espumarajos de furia, pero si uno me traía una muñeca para jugar, o me ofrecía una buena taza de té con azúcar, lo más probable era que me calmara. E inclusive me sentía profundamente conmovido, aunque enojado conmigo mismo; y más tarde hacía rechinar los dientes y perdía el sueño durante varios meses. Así era yo.
(MEMORIAS DEL SUBSUELO, Fedor Dostoevsky)


Debo decir que me sentí muy identificada con este extracto. Hoy por casualidad encontre a este escritor, nunca escuché hablar de el ni de sus historias, pero todos los extractos que leí me parecieron interesantísimos. Además me gusta mucho como escribe, su tono, su manera de pensar (este hablando de él o no). Me hace sentir que es la manera correcta de escribir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario