"Mirá que asco lo que se puso esa mina. Es una negra." "Jajaja sos un manco." "Estos Bolitas que vienen acá a sacarnos el trabajo."
Que arroje la primera piedra el que nunca haya dicho una frase como estas. Creo que muchas veces no las sentimos, son sólo comentarios impulsivos de momento en donde la mente está de vacaciones. No sé si lo creo, pero me gustaría creerlo, creer que el fundamento de la discriminación es la ignorancia y no el odio.
Estamos en el siglo XXI y la discriminación en todas sus formas está tan arraigada a la sociedad que se transformó en algo cotidiano, y aunque no lo hagamos explícito discriminamos con nuestro pensamientos. Aún dando por sentado que es algo cotidiano no significa que esté bien, ni que sea algo que deba ser aceptado.
Pienso que muchas veces la discriminación está relacionada con la superficialidad y la frivolidad. Cuando la gente ve justamente lo superficial, la apariencia, la capa externa de alguien, siente que tiene el poder de juzgar y categorizar a esa persona; de eso se trata la discriminación: seleccionar, diferenciar y agrupar a la gente en distintos grupos, ya sea por su color de piel, sexualidad, poder adquisitivo, etc.
Es importante que no nos comportemos como ignorantes, que aprendamos que detrás de un color hay una persona exactamente igual a nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario